Sácale todo el provecho a tu consolador
Ya diste el primer paso: te decidiste a comprar el primero de tus consoladores, pero si aún no sabes cuál es el correcto para ti, sigue los siguientes pasos y asegúrate de elegir el correcto.
TAMAÑO
Los consoladores vienen en todas las formas y tamaños. Lo mejor comenzar de a poco, un tamaño pequeño o regular y luego si lo consideras necesario ir por uno más grande. También puedes pensar en lo que te gusta, si eres alguien que sabe que prefieres una circunferencia más ancha, ve y compra un consolador más ancho.
MATERIAL
Los consoladores vienen en una variedad de materiales. Lo mejor siempre será en invertir en un consolador cuyo material sea de calidad, porque no solo durará más, sino que puede ser beneficioso para tu salud, pues lo hay de silicona médica e hipoalergénicos, que además son más simples de lavar.
La silicona segura para el cuerpo es su mejor opción, ya que no es porosa y es más fácil de limpiar. Los de vidrio y mental también son deseables, se sienten extremadamente suaves y sus diseños son muy modernos.
LUBRICACIÓN
Un consolador puede usarse tanto en la masturbación como en el sexo en pareja, siempre que tenga su consentimiento, y en cualquier caso debe usarse lubricante. De lo contrario puede que la experiencia sea incomoda al principio y no es la intención cuando lo que se busca es mucho placer.
PROTECCIÓN
Es importante que usarás el mismo consolador con múltiples parejas, debes ponerle un condón de la misma manera que lo harías con un pene. En general los consoladores son creados con materiales porosos y estos pueden albergar alguna enfermedad de trasmisión sexual, incluso cuando crees que han sido bien aseados.
LIMPIEZA
Los consoladores creados con silicón tienen la ventaja que son fáciles de limpiar, puedes echarlos en agua hirviendo durante unos minutos y listo, limpiar. Los consoladores de vidrio, metal, plástico o goma segura para la piel se pueden lavar con agua tibia y un jabón suave. También debes asegurarte que su consolador esté completamente seco antes de guardarlo, así evitas la creación de moho y malos olores generados por la humedad.